Marcando "play" en el reproductor de la derecha, se puede escuchar la versión de Carlos Gardel y la música de Francisco Canaro.
¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquellos!
Parecía un hombre, con todo bien puesto.
No le conocía esa loca cobardía
detrás de su máscara de valentía.
¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquellos!
Unos cuantos meses que no volverán.
Que Dios me ampare y no vuelva a tenerlos;
ni su paso mísero me hace llorar.
ave libre que amaba volar?
Vos y yo le ayudamos, hermano;
vos y yo le curamos su mal.
¿Te acordás los sinfines paseos?
Y yo, mina de gran corazón,
me banqué todas sus depresiones
cuando nadie le daba ni un sol.
que se aprovechó de mi fiel amistad?
Hoy, sin vida propia, es sólo un espectro
al que no le gusta escuchar la verdad.
¿Te acordás, hermano, qué solo estaba?
Le daba una mano en su ir y venir.
Si lo veo en la calle, sumiso y deshecho,
doy vuelta la cara y me pongo a reír.
Por: Zulema Aimar Caballero
zulebm@hotmail.com
sos grosa zule!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMuy bien Zuel; con un cierto atrevimiento al gran Carlitos…
ResponderEliminarLa musa sí funciona!
Muy buenoooooooooo!
ResponderEliminarTe felicito, la verdad, genial!
Muy bueno !!!!!
ResponderEliminarUna genialidad. La otra cara de la moneda. ¡Para qué llorar si es mejor reír. Muy bueno.
ResponderEliminar¡Otra genialidad! Realmente, una obra maestra del tango en la mirada de una gran escritora. Como siempre, felicitaciones.
ResponderEliminarFelices versos... qué bien se oirían en la voz de la gran Tita. Muy bueno
ResponderEliminarEsta mujer es una caja de Pandora. Envidiable el arte que nace de su mente, sus manos, su corazón... BRAVO!
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