Será por tus ojos, que en su mirada seria
dejan escapar cierta picardía.
O por tus delgados labios,
de los que aflora la palabra equitativa.
Tal vez por tu andar sereno,
que hasta en el más grande de los apuros
se muestra quieto.
Quizás por tu seguridad
que te muestra siempre firme.
Por tu fe tan inquebrantable
que suele avergonzar la mía.
O por esa inocencia
que, aun con los años, parece que conservas.
Tal vez en tus suaves manos esté la respuesta.
No sé por qué te quiero.
Será por lo que callas y no cuentas.¿Qué secretos guarda tu mente despierta?
¿Dónde dejas descansar tus recuerdos
y acunas, para que duerman, tus anhelos?
Quizás sea tu alma la responsable de mi desvelo
y el ritmo de tu corazón la causa de mi consuelo.
O será que no hay respuesta
y sólo te quiero porque te quiero.
Por: Zulema Aimar Caballero
zulebm@hotmail.com