Mami, tengo miedo.
Llaman a la puerta y siento miedo.
Oigo voces… mi mente invaden,
no se alejan… me están llamando.
Fui obediente y cerré con llave,
pero alguien sigue golpeando.
Mami, tengo miedo.
Vi por la mirilla y siento miedo.
No es el hombre de la bolsa,
no es un pordiosero.
Es una mujer la que toca:
alta, fea y con atuendo negro.
Sus ojos irradian ira
y sus labios risotadas.
Golpea con tanta porfía…
Mami, estoy asustada.
Las voces parecen callarse,
pero ella comenzó a gritar.
Dice que se hace tarde
y si no abro entrará igual.
Mami, no es una pesadilla,
estoy despierta y es verdad.
Quiere que me despida,
dice que el tren se va.
Soy sólo escarcha y tiemblo,
y es tanta la soledad.
Mami, tengo miedo.
Mami, ¿dónde estás?
Por: Zulema Aimar Caballero
Mami, sin palabras me quedé.
ResponderEliminarMuy lindo Zule, como siempre!
ResponderEliminarTu espíritu me recuerda la inspiración de Alfonsina. ¿Serás la Storni de este siglo?
ResponderEliminarBello como escribes. Este poema es en verdad triste.
ResponderEliminarTriste poema por la crudeza del tema pero no por eso deja de ser hermoso. Gracias.
ResponderEliminarCuando lo que se lee llega al alma, quien lo escribió lo hizo desde el alma.
ResponderEliminarTodos los temas son parte de la vida, incluso el de la muerte.
Te felicito.
Siempre leo lo que publicas. Tu don es muy especial. Tú debes de ser muy especial.
ResponderEliminarGracias a todos. Es cierto que pongo el alma. No podría escribir dos líneas sin hacerlo. Pero no soy tan "especial".
ResponderEliminarA la mayoría de ustedes no los conozco personalmente y ni siquiera intercambiamos correos electrónicos. Pero evidentemente compartimos el placer por la lectura.
Mi cariño para todos.
Desde la hermosa Cuba, un saludo y mi gratitud por la idea de compartir tu blog.
ResponderEliminarNo es que no quiero comentar tus escritos sino que no puedo ser objetiva. Jamás podrá sentir un lector, lo que siente una madre por lo que escriben sus hijos o nietos.
ResponderEliminarSí, te felicito por todo y te deseo toda la suerte y dicha del mundo. Gracias por compensar mi poca fuerza para hacer valer derechos de la mujer, que nuestro país no reconoce hasta ahora, y llevar el apellido de tu abuelo que seguramente como la abuela "Mamina" estarán muy orgullosos.
Mami, un beso grande, en la víspera de tu santo.
ResponderEliminarTriste pero hermoso poema. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarZule,
ResponderEliminarcuánto talento escondes.
Coincido con que su estilo, al menos en este poema, puede compararse al de Storni.
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