bajo el sol que la tarde de Colonia entibiaba,
caminamos como niños tomados de la mano,
evadiéndonos del mundo que nos agobiaba.
Me mostraste con orgullo tus calles empedradas,
las casitas añejas y ese histórico cascoque entre los pétalos de rosas y hojas doradas
brotaban como acuarelas de Jorge Carcavallo.
Hablabas de arquitectura y estilos europeos,
preferías el portugués sobre el corte español, y luego, por sorpresa, declaraste sin rodeos
el anhelo ferviente de entregarme tu amor.
Recogiste de Benedetti una ayuda valiosa
y, durmiéndose los últimos rayos de sol, entre poesía robada y tu oportuna prosa
con tu cuerpo me envolviste a la luz de un farol.
Ingenua, inocente, me clavé en tu pecho;
en hondo silencio perdí la razón;testigo fue el Plata en todo su lecho
del fuego naciente de nuestra pasión.
Sin vacilaciones en ese sublime momento
indiscreto, Cupido su flecha atravesó y en aquella esquina de Colonia del Sacramento
me besaron tus labios como nadie me besó.
Por: Zulema Aimar Caballero
zulebm@hotmail.com
La "pésima alumna" sigue enseñando y mostrando la dulzura y profundidad de su cristalino ser interior.
ResponderEliminarLo leo una y otra vez y no ceso de emocionarme. Hermoso, porteña.
ResponderEliminarPintoresco sensual poema de amor.
ResponderEliminarRomanticismo puro, palabras de amor, de esas tan necesarias y que hoy estan tan ausentes
ResponderEliminarDescriptivo dulce provocativo. Bello y sentido poema
ResponderEliminarA mi parecer, uno de tus mejores poemas!
ResponderEliminarHermoso amiga ........me encantó
ResponderEliminarCuanta ternura... precioso
ResponderEliminarMás que provocativo diria audaz. En poesía tambien estamos acostumbrados a cierto machismo que permite a los hombres expresarse libremente, y priva de esa posibilidad a las mujeres, sin pensar que para nosotros es mas que agradable conocer sus sentimientos.
ResponderEliminarTe felicito.
Sin resentimientos, sin amarguras, simplemente amor. Me gustó mucho.
ResponderEliminarEres sencillamente dulce; escribes con el alma y tienes muy buena pluma.
ResponderEliminarPrecioso poema. Tuve la suerte de recorrer esas calles de Colonia. Hermosos rincones, buen aire y gran inspiración.
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