Bienvenidos

Todos los textos publicados en este blog son propiedad de Zulema Aimar Caballero. Prohibida su distribución y/o publicación sin la autorización correspondiente.

23 ene 2013

Sin palabras


Perdoname, estoy llorando
y en cada lágrima estás vos,
y porque no puedo hablarte
es que le pregunto a Dios:
¿Por qué todas las cosas
son un día y otro no?
¿Por qué ayer tuve algo
que ya no tengo hoy?
¿Por qué sonreímos de a una
y no sonreímos de a dos?
¿Por qué no tengo palabras
para hacerle comprender
que no la dejo de lado,
que no la dejé de querer?
¿Por qué se acaba el silencio
y empieza el llanto a crecer?
Yo sé, Señor, es seguro
que hay algo que no está bien.
No sé si es tristeza,
no sé si es soledad;
aunque tal vez no sea cierto
siento que todo se me va.
Y me trago las palabras,
y me lleno de dolor,
¿por qué no puedo gritarle
que por ella siento amor?
Sería tan lindo decirle:
“Si vos no estás nada soy”
mas no me atrevo, se reiría
y tendría razón,
tal vez no me escucharía,
no le llegaría mi voz.
Señor, Vos sabés que yo la quiero
entonces, ¿por qué no me ayudás?
Cuando más quiero ofrecerle
es cuando le fallo más;
me equivoco, pido disculpas
y me vuelvo a equivocar.
Y me da tanta bronca
que creo que tuve maldad,
que se me nubla la vista
y me muero por llorar.
Pero, Señor, no me des vueltas
con esa historia de la edad.
Igual que yo es una niña
y nos parecemos de verdad;
queremos compañía
y sufrimos soledad.
Se pone celosa, canta,
ríe y se enoja a la par;
igual que yo es una niña
a quien no puedo ayudar.
¡Ay, Señor, estoy desahogada,
hoy sí dormiré en paz!
Siento que está a mi lado
y que no me dejará;
porque yo la necesito
como necesito tu pan;
porque necesito que me hable
para no sentirme mal.
Pero, Señor, ayudame,
pues no sé improvisar;
¿Cómo haré para decirle
lo que siento a mi mamá?


Por: Zulema Aimar Caballero
zulebm@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: